Familia Adoratriz

Nuestro carisma es un don de Dios que compartimos con otros: laicos, familiares, destinatarias, voluntarios, bienhechores… Ellos enriquecen nuestras comunidades y proyectos y nos ayudan a vivir como Familia el carisma Adoratriz.

Los otras personas que están o trabajan con nosotras, han de seguir siendo acompañados e invitados a vivir este desafío del laicado en Misión Compartida en la Congregación.
Damos gracias a Dios por tantos laicos y laicas comprometidos que aman la Congregación.